El fiscal jefe anticorrupción Manuel Moix presenta su dimisión irrevocable
El fiscal general del Estado, José Manuel Maza, anuncia la decisión de Moix y señala que este no ha cometido ningún tipo de ilegalidad como para cesarlo y que se va por "motivos personales".
El fiscal jefe anticorrupción Manuel Moix ha comunicado esta mañana su dimisión al fiscal general del Estado tras haber permanecido solo 87 días en el cargo. Su gestión ha estado marcada por la polémica y los enfrentamientos con otros fiscales por discrepancias en la investigación de algunos asuntos de corrupción como el "caso Lezo".
La publicación de que es dueño del 25 por ciento de una empresa 'offshore' en Panamá, -Duchesse Financial Overseas- constituida en 1988, propietaria de una propiedad inmobiliaria en Collado Villalba (Madrid) y heredada de sus padres, así como la falta de apoyos, ha provocado su salida definitiva de la jefatura de la Fiscalía Anticorrupción.
El fiscal general del Estado, José Manuel Maza, ha admitido la renuncia "irrevocable" de Moix, "por motivos personales". Así lo ha anunciado en una rueda de prensa en la Fiscalía General del Estado. Maza ha señalado que esta mañana ha mantenido una reunión con Moix para "hablar" sobre su situación por ser dueño de una sociedad radicada en un paraíso fiscal.
Maza le ha trasladado que "no existe motivo" para cesarle de su cargo ya que "no ha existido ningún tipo de irregularidad e ilegalidad" en la mera "tenencia de este bien". No obstante, Moix le ha presentado su renuncia que "por motivos personales es absolutamente irrevocable": "No he podido convencerle de lo contrario", ha añadido.
EL GOBIERNO SE DISTANCIA
El Gobierno de Mariano Rajoy tomó distancia con el ya exfiscal jefe anticorrupción Manuel Moix. Eso sí, ningún miembro del Ejecutivo pidió públicamente su dimisión.
La convocatoria de una rueda de prensa por parte de la Fiscalía General del Estado ha sorprendido porque a esa misma hora iba a celebrarse una Junta de Fiscales de Sala a la que Moix tendría que acudir junto a otros miembros de la cúpula fiscal.
Si cuando estalló la polémica por su participación en una empresa con sede en el paraíso fiscal de Panamá Mariano Rajoy respondía con un 'sí' a que mantenía la confianza en el fiscal, ahora tiran balones fuera.
La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, ha asegurado que la decisión está en manos de la fiscalía: "Es a la fiscalía a quien corresponden los nombramientos y la situación administrativa de los fiscales. Nosotros respetamos esta autonomía del Ministerio Fiscal".
Por su parte, el ministro de Justicia, Rafael Catalá, también se quita responsabilidades: "Los nombramientos de los fiscales no se hacen en función de la confianza. El gobierno recibe una propuesta del fiscal general del Estado. No se los ponen por la confianza del gobierno y, por tanto, su mantenimiento no es una cuestión de confianza. Por lo tanto, es el fiscal general del Estado el que debe decidir".
Por lo tanto, todo parece indicar que la decisión de la continuidad de Moix está en manos del Fiscal General del Estado, José Manuel Maza.
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