Donald Trump ya está en Washington para ser el nuevo presidente de EEUU
Nadie, o casi casi nadie, esperaba que Donald Trump llegase a poner un pie en el despacho oval de la Casa Blanca. Pero sí, contra todo pronóstico, el magnate neoyorquino ganó las elecciones presidenciales el pasado 8 de noviembre.
Este viernes, Donald Trump asumirá el cargo de presidente de la nación más poderosa de la Tierra, con todos los ojos puestos en cómo será su mandato y si llega a cumplir todo lo que prometió durante su campaña e incluso después, tras ganar los comicios.
Conocido en los medios de comunicación, en la televisión—tenía su propio reallity show—a pocos se les pasó por la cabeza que en menos de dos años pasaría de ser un personaje multimillonario y estrambótico a manejar los designios de EEUU.
Su victoria frente a la candidata demócrata Hillary Clinton superó todas las encuestas y proyecciones y dejó con un palmo de narices a propios y ajenos.
TOMA DE POSESIÓN
Se preguntarán por qué la toma de posesión de Donald Trump se celebra este viernes, cuando ganó las elecciones hace más de dos meses.
La Vigésima Enmienda de la Constitución estadounidense establece que cada presidente dará comienzo a su mandato el 20 de enero del año posterior a la fecha de los comicios.
Estados Unidos es poco dado a cambios, y menos en actos tan solemnes como el de la toma de posesión de su presidente. Así que la de Trump no guardará grandes sorpresas y “se ceñirá a la tradición”, tal y como ha asegurado el presidente de la Comisión Inaugural. Tom Barrack –sí, hay un presidente para eso--.
Antes de la toma de posesión, tal y como marca la tradición, Donald Trump tomará café con su predecesor, Barack Obama, quien lo acompañará hasta el Capitolio.
LA JURA DEL CARGO
Antes los asistentes –que se espera que sean cientos de miles, entre 800 y 900 mil—y sobre dos biblias –una propia y otra que fue usada por Lincoln--, Donald Trump dará su discurso antes de entrar en el Despacho Oval.
Las previsiones marcan una gran asistencia, aunque se aleja de los 1,8 millones de asistentes que reunió Obama hace ocho años, una cifra récord, cuando arrancó su primer mandato.
Justo antes del discurso, hacia las 9.30 (hora local) arrancarán las actuaciones previas al discurso del nuevo presidente. Ninguna figura sobresaliente se ha apuntado al acto y será la joven soprano Jackie Evancho, junto al grupo de rock 3 Doors Down y un coro mormón los que den comienzo a las celebraciones.
No será hasta las 12.00 que Trump jure el cargo frente el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts. Se seguirá la fórmula tradicional: "Juro solemnemente que ejerceré fielmente el cargo de presidente de Estados Unidos y hasta el límite de mi capacidad, preservar, proteger y defender la Constitución de Estados Unidos".
De lo que Trump dirá en su solemne discurso no ha transcendido nada. Eso sí, se ha encargado de que constase que él mismo se ha escrito el texto.
ROMPER CON LA TRADICIÓN
Será después de su discurso que las cosas empezarán a cambiar. Trump comerá con los líderes del Congreso y después participará en el desfile que conduce al presidente y a su ‘número dos’, Mike Pence, a la Casa Blanca.
El recorrido –en el que participarán unas 8.000 personas—durará la mitad del de Obana en 2009, tan solo una hora y media.
También se ha medido la tijera a los bailes en honor a su nombramiento: se pasarán de diez a solo tres.
AUSENCIAS SOBRESALIENTES
Aunque todos los expresidentes vivos asistirán a la ceremonia—menos George H. W. Bush, que está en la UCI debido a una insuficiencia respiratoria derivada de la neumonía—así como la candidata demócrata Hillary Clinton, más de 60 congresistas demócrata no estarán presentes.
Fuera, la cosa tampoco estará tranquila. Sobre un centenar de grupos están convocados, bien para apoyar al nuevo presidente o para mostrar su rechazo. Entre ellos, la Marcha de las Mujeres, que aspira reunir a más de 200.000 mujeres en la capital estadounidense.
De hecho, debido a esta marcha, las autoridades cerrarán más de cien manzanas y destinarán unos 28.000 efectivos.
Aparte de las manifestaciones a favor o en contra, Seguridad nacional no tiene constancia de ninguna amenaza terrorista, aunque estarán muy atentos a cualquier actuación de cualquier ‘lobo solitario’.
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