La Ciudad de la Cultura de Santiago se cae a pedazos

La Ciudad de la Cultura de Santiago de Compostela, el megalómano proyecto de Manuel Fraga firmado por el prestigioso arquitecto de fama internacional Peter Eisenman, pasará un año más entre andamios, después de que haya aparecido un fallo de construcción que obligará a revisar 70.000 piedras en sus fachadas ante el riesgo de desprendimiento.

En un primer momento el problema no parecía grave. El arreglo se iba a ceñir a la sustitución de 62 losetas de cuarcita, pero acabó derivando en la necesidad de comprobar nada menos que 70.000 de las 85.000 existentes en las fachadas del complejo cultural de la capital gallega.

En concreto, habrá que asegurar las fachadas del Museo Centro Gaiás, de la Biblioteca y Archivo de Galicia y del Centro de Innovación Cultural, que estarán rodeadas de andamios durante 2016. 

Pero la Xunta de Galicia asegura que el coste de esta chapuza no recaerá sobre los gallegos, sino que tendrá que ser pagada por las constructoras que cometieron los fallos. Alberto Núñez Feijóo asegura que lo que se plantea es “liquidar los problemas que nos encontramos como consecuencia de una ejecución deficiente de la obra". Como consecuencia, asegura que serán las empresas que ejecutaron de forma ineficiente las obras las que tendrán que pagar los nuevos arreglos: "Esto no le puede costar a los gallegos porque no es culpa dos gallegos".

El discurso triunfalista del presidente de la Xunta de Galicia no es para tanto, puesto que los edificios todavía están en garantía y estas labores no tienen ningún coste económico para la Xunta y serán asumidas por las empresas constructoras. 

Estas nuevas obras en el Gaiás fueron acogidas de forma muy crítica por el Bloque Nacionalista Galego. Piden explicaciones, ya que consideran "muy grave" que "después de gastar 300 millones de euros en una obra de esas características, donde el único valor que hay es la arquitectura, esa arquitectura esté ahora cayendo a cachos».

La Ciudad de la Cultura se empezó a construir en 2001 y se inauguró en enero de 2011 --dos de sus edificios--. El proyecto nunca llegó a cumplirse tal y como lo concibió Eisenman y parte de la obra fue paralizada. El coste final del proyecto fue de 475.9 millones de euros, cuatro veces el presupuesto inicial.